Recientemente me comentaba un amigo la visita de una persona mayor a su médico de cabecera, la usuaria describió algunas molestias y dolencias que tenía y acto seguido el facultativo se dirigió a su asistente preguntándole: ¿A ti te enseñaron en la facultad a curar la vejez?
Todos sabemos que esto no se puede enseñar, como también sabemos que no se puede enseñar a curar la estupidez humana.
Pero tampoco nadie nos ha enseñado a curar el edadismo, que no es una enfermedad, pero si una actitud presente en nuestra forma de pensar, sentir y actuar con los demás y también con nosotros mismos según la edad, aunque no seamos conscientes de ello.
Según cita el Informe Mundial sobre Edadismo, publicado en 2021 por la Organización Mundial de la Salud “Está en todas partes: en nuestras instituciones, en nuestras relaciones, en nosotros mismos. Cada cultura tiene actitudes distintas hacia la edad y el envejecimiento, pero ninguna está exenta de prejuicios sobre la edad. Hoy sabemos que la mitad de la población mundial es edadista contra las personas mayores y que, en Europa, este problema está más extendido contra los jóvenes que contra otros grupos de edad”.
Esta actitud se ha incrementado desde la pasada pandemia COVID-19, según un estudio de la Universidad de Barcelona “El 71,4% de los titulares representaban de manera desfavorable a los mayores, presentándolos como un grupo homogéneo y asociándolos a fallecimientos, deficiencias en la atención residencial o vulnerabilidad extrema”.
La población mayor de 60 años crece a un ritmo más rápido que los demás segmentos de población en el mundo y esta tendencia es más acusada aún en los países desarrollados, lo que ha llevado a algunos países a que desarrollen un edadismo institucional, pues acaso no será una forma de edadismo que a todas las personas afectadas por Alzheimer se las incluya en el grupo de Personas Mayores y no se las incluya en Salud Mental.
En una mesa redonda oí a un neurólogo decir que en medicina se utiliza la frase “Si no sabes curar, enséñate a cuidar”, son muchas las cosas que esta sociedad aún no sabe curar, pero también son muchas para las que no está preparada para cuidar.
Santiago LLOPIS
President de FEVAFA Alzheimer
