En el mundo actual nos enfrentamos a grandes desafíos, y los retos son de todo tipo: económicos, medioambientales, sociales, etc.
Las AFAs somos pequeñas ONGs dedicadas completamente a uno de estos retos: La enfermedad de Alzheimer y las demencias asimiladas.
Los casos de demencia se incrementan de forma exponencial con la edad, siendo previsible una auténtica epidemia a nivel mundial en los próximos años debido al envejecimiento progresivo de la población.
Este hecho va a suponer un coste económico, social y sanitario de primera magnitud, que principalmente recae en los familiares, y el Alzheimer se sitúa ya entre las diez patologías más mortales del mundo, sustituyendo desde el año 2015 a enfermedades históricas como el SIDA.
Pero cuando hablamos de ONGs, solemos creer que esta es una labor para los países subdesarrollados y es erróneo, pues si incluso en los estados con una Estrategia de Alzheimer desarrollada y con dotación presupuestaria son necesarias las AFAs, cuanto más en el nuestro, donde algunas administraciones no valoran esta actividad al no reconocer nuestra especificidad.
¿Cuál es nuestra labor en la sociedad?
• Visibilizar a la sociedad este problema. Sin las asociaciones de familiares de Alzheimer no se hubiera conseguido el reconocimiento de este problema por parte de las administraciones, este es un problema que para afrontarlo requiere la participación ciudadana, lo cual nos requiere un esfuerzo por visualizar el problema y nuestra actividad.
• Ayudar a la detección precoz. Dentro de nuestros humildes medios y con la inestimable ayuda de nuestros técnicos, ayudamos a las familias a orientar su problema. Este no es un factor cualquiera, pues en primer lugar permite al enfermo predecir su voluntad, y en segundo la adopción temprana de tratamientos que mejoren su calidad de vida.
• Informar a los afectados para que sean conocedores de sus derechos y pueda exigirlos. Pues los enfermos de demencia tienen derechos civiles, pero también sociales y económicos, y nuestra labor es importante para que puedan acceder al conocimiento de sus derechos.
• Complementar las políticas públicas. No es nuestro cometido reemplazar el trabajo y responsabilidades de las Administraciones Públicas, pero nuestras acciones complementan la labor de la administración, por lo que, aunque estemos realizando nuestra tarea debe reclamar su total integración como un derecho reconocido.
• Trabajar con honestidad, profesionalidad, compromiso y con una verdadera transparencia. Algunas personas desconfían de todas ONGs, y nosotros no somos una excepción, dependemos de la confianza de la sociedad para contar con su colaboración, por ello es clave llevar a cabo una gestión impecable de nuestro trabajo.
Santiago LLOPIS
Presidente de FEVAFA