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De los fines y los medios

Desde que la Organización Internacional de Normalización ISO, publicara en 1987 la primera edición de la ISO 9001, su esquema se ha introducido en el modo de actuar de todo tipo de empresas, y por supuesto en las asociaciones que se dedican al cuidado de personas con Alzheimer.

Hoy no entendemos otro modo de actuar que no sea el que tenga como referencia la orientación a la Calidad.

Desde que en el 2015 el Centro de Referencia Estatal de atención a personas con enfermedad de Alzheimer y otras demencias, el CREA de Salamanca, publicó su guía “Atención Centrada en la Persona” este ha sido un documento de referencia básico para todas las AFAs.

Posteriormente, cuando en el 2017 se realizó en el CREA el primer curso, CEAFA y muchas de nuestras asociaciones acudieron a recibir formación para incluir este modo de actuación, y para este año estamos preparando un curso para todas las asociaciones, por lo que sería una vana pretensión explicar ahora de que se trata.

Desde que, en 1997, Tom Kitwood desarrolla este concepto aplicado a las demencias, y crea junto a su equipo el Dementia Care Mapping, estas metodologías, destinadas a prestar la atención requerida y a evaluar la calidad de la atención en servicios para personas con demencia, se han convertido en ponencia habitual en nuestros Congresos.

No entendemos otro modo de actuar con las personas a que atendemos que no sea la Atención Centrada en la Persona.

Pero los medios no son los fines, y todos estos principios o líneas de actuación no pueden hacernos desviar de nuestro objetivo: mejorar la calidad de vida de los enfermos y sus cuidadores.

Para conseguir este objetivo es necesario, pero no suficiente, trabajar con calidad y con la atención centrada en las personas, pues si con ambos medios fuera suficiente cualquier institución serviría igual para tratar el Parkinson, el Alzheimer, el Asperger, o una rotura de cadera.

Para conseguir nuestro objetivo hemos de utilizar las terapias específicas para cada diagnóstico, pues no podemos olvidar que son personas y enfermas, y el bálsamo universal no existe en medicina.

La publicación en 2017 de la Consellería de Sanitat de la GVA “Proceso de atención a pacientes con enfermedad de Alzheimer”, implica que al menos desde el área sanitaria se reconoce la necesidad de cuidados específicos.

Aunque desde determinadas organizaciones no se consideren las terapias específicas como necesarias, nosotros seguimos con tratamientos específicos, y mientras la investigación médica no encuentre una solución efectiva debemos seguir utilizando las terapias no farmacológicas.

Santiago LLopis

Presidente de FEVAFA

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